Mariana & Ramón
Hay bodas que simplemente fluyen. Desde el primer momento sabes que todo va a salir bien, que la vibra es buena y que la gente está ahí para disfrutar de verdad. Así fue la boda de Mariana y Ramón en Cuna de Tierra, un viñedo increíble en Dolores Hidalgo que me dejó con mil ganas de volver.
Si no conocen el lugar, imaginen una arquitectura súper limpia, con líneas modernas y paredes en tonos arena que te hacen sentir en calma. Es uno de esos espacios donde el sol juega bonito, proyectando sombras suaves que se mezclan con los muros y el verde de los olivos. Nada recargado, nada pretencioso: puro equilibrio. Desde que llegué, supe que las fotos iban a tener ese toque natural que tanto me gusta, sin tener que forzar nada.
Mariana y Ramón llegaron con toda la actitud. Literalmente, hicieron su entrada arriba de un camióncito vintage, sonriendo, saludando, disfrutando cada segundo como si no existiera el reloj. Y ahí entendí que iba a ser un día de esos donde todo se siente fácil, donde la cámara solo sigue el ritmo.
La decoración fue una joya: tonos olivo y barro, muy en sintonía con el entorno. Nada de saturar el espacio, sino resaltar lo que ya estaba ahí. Las mesas tenían detalles hechos con uvas del propio viñedo, lo cual me pareció un guiño perfecto al lugar y a la historia detrás de cada copa de vino que se sirvió ese día. Todo tenía coherencia: los colores, la textura, los materiales… se sentía auténtico, como ellos.
Video @monibodorrio / Planner @fabycalzada / Spot @cunadetierra